viernes, 12 de julio de 2013

                                                                         Skate

 Es un deporte que consiste en deslizarse sobre una tabla con ruedas y a su vez poder realizar diversidad de trucos, gran parte de ellos elevando la tabla del suelo y haciendo figuras y piruetas con ella en el aire. Se practica con un skateboard (monopatín), tabla de madera plana y doblada por los extremos y que tiene dos ejes (trucks) y cuatro ruedas, preferentemente en una superficie plana, en cualquier lugar donde se pueda rodar, ya sea en la calle o en los skateparks.
Para abreviar se le designa simplemente skate, que es también el término utilizado para nombrar el monopatín, tabla sobre la que se practica el monopatinaje. Está relacionado con el surfing, la cultura callejera, con el arte urbano, pero muchos skaters apenas patinan en calles y/o plazas.
Para abreviar se le designa simplemente skate, que es también el término utilizado para nombrar el monopatín, tabla sobre la que se practica el monopatinaje. Está relacionado con el surfing, la cultura callejera, con el arte urbano, pero muchos skaters apenas patinan en calles y/o plazas. Son los "ramperos" , quienes sólo patinan en rampas. De hecho, en bastantes competiciones existen dos categorías (o más): street (estilo de calle) y vert(rampa); porque un individuo puede deslizarse por las pendientes de un skatepark.
Este deporte se desarrolló a comienzos de la década de 1948 como sustituto a la tabla de surf en tierra, quitando las ruedas a unos patines. Creado a partir de una variación del surfing ha desarrollado una gran atracción e interés para muchos, y suele ser un reclamo publicitario para los jóvenes (skaters o no). Sobre los que patinan, un reportaje del año 2002 para la American Sports Data estimó que había 40,5 millones de skaters en todo el mundo; siendo el 84% menores de 18 años, de los cuales el 74% eran hombres y el 26% mujeres.


viernes, 5 de julio de 2013

Leyenda De Sechura

                                                   Leyenda De María Dominga (Sechura )

Chato Chico es un caserío que pertenece al distrito de La Arena, formado en el año 1910, de gente ganadera y campesina. Aquí vivía una familia que tenía una hija llamada María Dominga Castro Castro, a quien aborrecían, riñéndola a cada momento, lo que era un martirio para la chica. Desde tempranas horas la enviaban a pastar su ganado y regresaba casi al anochecer, a veces almorzaba guayabas, algarrobas y frutos en el campo.

Entre maltratos María llegó a los 25 años, llegando a desarrollarse una mujer hermosa, de esbelta figura, pero ella sólo tenía en su mente la idea de huir, morir o desaparecer.

A pesar de todo, continuaba fiel a sus padres ya ancianos. En tanto, más de un hombre le insinuaba su amor pero ella lo seguía a palazos o pedradas, por ése tiempo su papá vivía en Santa María (caserío de La Arena), donde tenía otra mujer, y por eso su hija lo odiaba.

Como de costumbre, la “China María” salió con su ganado, pero esta vez los llevó a un lugar diferente a los que frecuentaba, subió una inmensa loma de arena, buscó un algarrobo, se sentó bajo él a mirar a sus animales que comían el rico pasto verde. De repente ante sus ojos apareció una extraña mujer de ojos azules, cabellos largos y ondulados que le preguntó: ¿Qué haces linda pastora? María temerosa contestó: mirando pastar mi ganado. La señora dijo: Estas son mis tierras, pero si me haces un gran favor...no te preocupes ¿Qué es lo que quieres?, le dijo, -Quiero uno de tus chivos, le contestó, yo a cambio te daré un cerdo.

La pastora se agachó a pensar, que si hacía el cambio, le pegarían en su casa, o hasta no comería; finalmente aceptó el trato a fin de que la dejara pastar siempre en el hermoso lugar que había encontrado.

La señora la miró fijamente señalando una loma blanca de arena y dijo: allí me vas a dejar uno de tus mejores chivos, mañana allí mismo recogerás un cerdo bien gordo. Así lo hizo María, regresando a su casa a las seis de la tarde. Cuando se dieron cuanta que les faltaba un chivo, le pegaron y la dejaron fuera de casa sin comer. Esa noche durmió en la calle, un borracho, Pedro Pablo, conocido como mujeriego por malograr hogares, jañapero y cañacero, muy malo quiso abusar de ella, pero le dio de palazos hasta hacerlo huir, eso sirvió para que odie este tipo de personas.

Sin que sus padres se dieran cuenta, María salió temprano con su ganado al lugar pactado el día anterior, subió la inmensa loma, llegó al lugar donde dejó el chivo, pero en vez de cerdo encontró una linda laguna cristalina, donde saltaban grandes peces, había también árboles, frutales bien cargados...

Sorprendida guio a sus animales para que tomen agua, pero a medida que llagaban, se metían a la laguna y no salían más. María se asustó vio una balsa y se subió en ella, y con un palo tentaba en el agua sus animales ahogados, pero no tocaba nada. Al llegar al centro de la laguna la rama que usaba se atracó por más que jalaba con fuerza no salía. Entonces decide lanzarse al agua, pero a medida que se hundía la laguna se transformaba en la inmensa loma de arena que fue anteriormente.

Solamente quedaron las huellas de los pies descalzos de María y de las patas de su ganado, rastros que el viento borró luego. Algunos campesinos que por allí trabajaban dieron razón que por ese lugar vieron a la “Dominga” por última vez cerca de la “loma grande” o “Médano Blanco”. Sus padres ese día no durmieron esperando a su china, su mamá hasta lloró.

Muy de madrugada fueron al lugar donde dijeron haberla visto anteriormente; al llegar a la “Loma Blanca“, su padre divisó a la María Dominga de espaldas, la llamaba con insultos, amenazándola, la madre que más abría los ojos no lograba verla. El viejo cogió una rama de overo para pegarle, pero solo azotaba al aire. Con el tiempo el padre se volvió loco y la madre murió de pena, porque recién valoraba a su hija perdida. Finalmente los pobladores llegaron a deducir que fue un encanto lo que hizo desaparecer a María Dominga.

Leyenda de Piura

                                                                
EL ENCANTO DEL CERRO DE LAS CAPÚLLANAS (Piura)
Allí en la GUANERA, cerca de la Tortuga, dicen que hay un túnel, adentro hay bastantísimio huesamento de animales, será de personas. El mar entra hasta ciertas partes, pero pa´ dentro, bien pa´ dentro no llega el agua.
Dicen que también ahí es encanto, es como un camino, creo que ahí pasaba la gente antes, los españoles, por ahí dicen que han ingresado, ahí han llegado unos americanos a sondear la cosa.
En la Tortuga sí se han encantau ahí, pero los han encontrau alla por un sitio que le llaman las Capullanas al norte de Talara, por allá por Lobitos. Y dicen que intentaban rescatarlos, iban allá a rescatarlos pero se encantaban, porque para sacar una persona encantada de un encanto dicen que cuesta mucho.
En conversaciones se ha escuchado, parece que han sacado a un encantao, han sacao, pero los brujos, ésos que andan con los chontes… hay que comprar muchas cosas pa´ poderlo sacar.
. Conversan que una vez un encantao ya lo sacaban; llegó dicen, que lo sacaron de allá del encanto, y la familia por no haber comprado una cosa que le dijo el curandero que compre, les fallo… Dicen que comenzaron a gritarle su nombre, le gritaban; no hacía caso, pallá como andaba. Viven ahí, es una vida, ya pues otra vida que tienen ellos… y al fin que llegó, llegó… “¡Ven que te estamos buscando ¡” ¡somos tu familia le decían, y él ni siquiera se daba cuenta!, “ ¿Qué quieren? ”, “ ¿Qué quieren? ” antes más bien molesto, qué, qué querían, que él allí vivía… ¡no! Le dicen ¡ven!, ¡ven! Ya lo tenían pa´ que lo bajen… entonces el brujo le dijo a uno de sus familiares “¡preste el que le dije que compre! No sé cómo se llama, pero es un olor, un fermento bien rico “no lo hemos comprado, porque nos hizo falta plata”, ¡uishh! Le dice lo mejor no han comprao” oigan que si van con eso si se lo atraen, ya lo tenían en la mano sino que les falto eso. Dicen que cuando ya se les iba ya no llegaba, se cerró ¡pum! Se cerró el cerro, se cerró el encanto. Entonces les echó la culpa “no vayan a creer que yo… el trabajo ha estau bueno, ya el hombre estau acá, pa´ cogerlo y llevarlo, y ya ven porque no han comprau eso ya se nos fue” ya lo tenían cerca y se cerró el encanto y dice que se regresó vuelta… Eso pasa en las Capullanas.
En las Capullanas hay encanto. Hay que tener mucho poder pa´ irse contra el encanto, porque de repente antes nos quedamos encerrados ahí. Dicen que ahí el encanto es como un pueblo grande… dicen que ahí hay mercadillos; gente de ahí que están encantaos, pero ya tienen otra compresión, ya no están de esta vida, están ya de otra manera de vivir ya.

Leyendas de Huancabanba

La Ciudad Encantada De Huancabamba 


Por las serranías de Piura (al norte del Perú) en alguna fecha del año hay una ciudad que súbitamente aparece, y de pronto por motivos que se desconoce, se oculta ante los asustados ojos de los viajeros que pasan por la zona, quienes la conocen con el nombre de “La ciudad encantada de Huancabamba”
Sabido es que el Inca mandó construir en esa región una fortaleza y un templo de las vírgenes escogidas. El nuevo culto que impuso prohibía los sacrificios humanos (Capacocha).
Nada de eso se compara, sin embargo, con lo que, temblando de susto, refieren los que pasan por allí y cuentan los relatos del Negro. (El Negro es el diablo, el andarín, explican las gentes del lugar).
Cuando este brujo aparece en Huancabamba causa la intranquilidad entre los indios, quienes siguen sus pasos en pos de algún extraño acontecimiento. La ciudad mágica surge en la imaginación de los pobladores como una fuente, como un torbellino, como el arco iris… y el miedo se convierte en alegría.
Un día el negro desaparece por las cuevas en el cerro Pariaqaqa para reaparecer un año después al lado del cerro Chite.
-”Hay pocos lugares como éste”, dijo, cuando, acosado de preguntas el Negro relata su hallazgo: ¡Mírenla! Estaba paseando en la ciudad incaica de Huancabamba, encantada en el cerro Pariaqaqa. Había recorrido imponentes edificios de piedra, templos de Sol, palacio del Inca, todo reluciente de oro; una bella laguna con balsas y canoas y la ciudad rodeada de hermosa campiña y tierras fértiles…
El negro contó que el encantamiento de la ciudad se efectuó cuando llegó el Rey Blanco que se posesionó de la cima de Guitiligún. Cayó una flecha en el corazón del Inca y al clamar éste venganza al Sol, arrancó de su cuerpo la flecha y la tiró sobre su pueblo, quedando así cautiva Huancabamba en el cerro Pariaqaqa…
-… El Rey Blanco quedó convertido en la laguna invisible del cerro Guitiligún y sus soldados se transformaron en peces (terminó de contar el Negro, enseguida hizo el siguiente comentario):
Al escuchar los relatos del Negro las gentes creen oír el canto de las sirenas de la laguna encantada. Algunos curiosos comentan: – ¡Me gustaría ver las sirenas!
-No quisieras verlas amigo -replica el Negro con malicia en la mirada-, sus voces nos llaman con palabras tan dulces y no tienes fuerza para dejar de oírlas…¡Podrían encantarte! y si eso sucediera te llevarían a vivir en sus pukarás y templos de oro y nunca más volverían a verte…
Diciendo esto el Negro echó a andar y desapareció. ¿Hasta cuando será? Nadie lo sabe.